Ree Kohl en Sala Monasterio 2014

22 de marzo de 2014

Existen noches mágicas. La del pasado 7 de marzo fue una de ellas. El lugar fue la nueva sede de la Sala Monasterio, ubicada en el Puerto Olímpico de Barcelona (C/Moll de Mestral, 30), que además se inauguraba esa misma noche con un triple cartel en el que Ree Kohl compartía protagonismo con Montemadre y Chaqueteros.

Tras la breve actuación de Montemadre, que mostró un rock garagero con toques del mod más enérgico, llegó el turno de Ree Kohl y la que fue una de las actuaciones más explosivas y sorprendentes que se recuerdan en mucho tiempo. En primer lugar porque todavía estaba en la memoria de sus seguidores la propuesta más acústica de Kohl, con la que giró durante bastante tiempo. Pero ahora el grupo liderado por Ree Kohl, muy conocido por su proyecto como Syd Barretina, poco tiene que ver con aquello. Actualmente la electricidad corre por las venas de sus recitales.

La base es una sección rítmica en la que su eterno colaborador y amigo, el bajista Yuri Vargas, ha unido fuerzas con el nuevo baterista, Jordi Steve. La compenetración entre ambos y la energía del reciente fichaje a las baquetas fueron dos argumentos a favor de esta formación, a la que hay que sumar la voz de su líder y esas sinuosas guitarras firmadas por ese sibarita de las seis cuerdas llamado Luis Marsá. Para acabar de redondear la presentación de su flamante nuevo disco, “III”, dos coristas – las maravillosas Alexia Molina y Carol Carbonell -, empujaron las canciones a una dimensión hasta ahora desconocida.

De hecho, la base del éxito de Ree Kohl se halla realmente en la materia prima, en piezas como “Lesbian In Texas”, “Back To The ‘80s” o “Superman Serenade”. Pese a ser la primera vez que mucha gente escuchaba estas piezas, el respetable se puso en pie y casi al borde de la histeria.

Los aplausos no pararon durante muchos minutos, se pidieron bises y allí, junto al mar, estaban muchas de esas personas que saben realmente de música porque la aman y han hecho de ella su forma de vida. Entre los presentes estaban la promotora Maite Cardó, el periodista Senén Armengol, la fotógrafa María José, ese hombre que no se pierde un concierto llamado Fabri Pedrero y Federico Navarro, que ha escrito, junto a Ree Kohl varias de las letras de sus temas. Todos ellos, melómanos que han asistido a mil y un conciertos, intuían que esa velada iba a ser mágica. Y no se equivocaron.

TEXTO: CLAUDIA DALUZ
FOTOS: MARÍA JOSÉ