Es realmente llamativo que Jordi Ricol, más conocido como Syd Barretina, no interpretara ningún tema de Pink Floyd en un bar que lleva el nombre de una curiosa recopilación de los primeros temas de la formación de Waters. Pero todo tiene una explicación. Jordi presentaba “Live In America”, tercer álbum de su proyecto Ree Kohl, con el que nos muestra sus propias canciones. Este álbum en directo recoge piezas interpretadas durante su “Cold War American Tour”, que le llevó a recorrer Estados Unidos de costa a costa durante el verano de 2010 escudado únicamente por su guitarra y algunas colaboraciones puntuales concertadas en el camino.

Aunque en Relics, Ricol actuó arropado con la banda que le acompaña en la actualidad, integrada por Luis Marsá a la guitarra solista y Evie Vanquaillie al violoncelo. Ambos, además, ejercieron brillantemente de coristas y confieren a Ree Kohl de un sonido que Federico Navarro, redactor de esta revista y autor, junto a Jordi, de varias de las letras calificó de “mágico”. Ante un público entregado, los tres músicos desgranaron un repertorio impecable entre el que destacaron clásicos como “Afraid”, “Homo Erectus” o “The Ballad Of an old American Warrior”. Baladas, medios tiempos, desarrollos de claras influencias progresivas… Dicho de otra manera: un recital entretenido y variado.

Otro momento muy especial fue la interpretación de “Lesbian In Texas”, un bonus track del nuevo álbum, en el que Josep Garganté contribuyó con su harmónica. Rock americano del bueno, con reminiscencias al Springsteen con más garra y arte. También asombró especialmente a un público entregado desde el primer minuto la versión de “Shandi” de Kiss procediendo de la voz de un declarado fan de los autores de “Wish You Were Here”.

Pero así es Jordi Ricol en su versión más sincera y personal: sorprendente desde la primera nota al último aplauso.