Entrevista en Dirty Rock – Dic. 2018
3 de diciembre de 2018TEXTO: FEDERICO NAVARRO
FOTOS: RAMON HORTONEDA
“ YO SÓLO PUEDO SER REE KOHL, DESDE QUE ME LEVANTO HASTA QUE ME ACUESTO ”
Estás en plena gira de tu último disco, “Lost Train” (Rockdising, 2018) y he visto que compaginas diferentes formatos: con banda, el teclista Jordi Kasteys junto a ti y, finalmente, tú solo. ¿A qué se debe esta variedad?
Adaptarse a las circunstancias de cada momento. En realidad banda al completo no tengo. Este pasado mes de junio se nos pudo ver con algunos de los músicos que llevé en la gira de “III” entre 2014 y 2015 tocando el la sala Boca Nord de Barcelona, pero no existe una continuidad, pues sus miembros están teniendo mucho éxito con sus respectivas bandas, con lo cual no disponen prácticamente de tiempo libre para otros proyectos, con lo que no descarto más adelante rehacer el proyecto con nuevos músicos. Respecto a las otras dos cuestiones, he estado con el teclista / pianista Jordi Castells haciendo algunos shows acústicos con bastante acogida y que han servido para que un nuevo público haya apreciado las canciones de “Lost Train” en un formato distinto al del disco. De hecho, estaremos los dos tocando en la sala STONE de Tarragona el próximo 24 de noviembre.
También estoy organizando una gira de cinco o seis shows por Italia de cara a verano de 2019, en la que iré yo sólo con mi acústica presentando mis canciones en el país alpino. Os seguiré informando.
Con “III” ( (Rockdising, 2013) y “Cold War Remake” (Rockdising, 2014) habías conseguido un sonido muy americano, en la línea del Hard Rock de los ochenta, tremendamente optimista y para todos los públicos. Ahora da la impresión de que has regresado a unas atmósferas mucho más intimistas.
No exactamente creo. En este último trabajo sí que es verdad que existen algunas canciones intimistas como “Getting Old” o el mismo tema título “Lost Train”, pero otros surcos del disco como “Looking for a woman”, “Be strong” o “Outsider” son temas hard rockeros bastante “joviales”
Te lo digo, por que el video clip que pudimos ver del tema “Getting Old” era realmente melancólico.
En este caso la verdad es que sí. Creo que es una de mis mejores canciones. La compuse cuando cumplí cuarenta años ¡¡es la puta depresión de los cuarenta!! (risas) por que por mi primera vez en mi vida, dejé de sentirme joven y esa tristeza la canalizé en esa gran canción. El vídeo es además muy artístico: una vela que se apaga, un cigarro que se consume, un reloj en el que las horas pasan a toda velocidad….Creo que tiene un dramatismo digno de Roger Waters en “The wall” (1979) y con un solo de guitarra final a cargo de Eric Baule (Moonlop) sencillamente espectacular.
Ahora has editado un nuevo vídeo clip con el tema título “Lost Train” que también tiene un aire triste
Efectivamente, aparezco yendo en dirección a ningún lugar y buscando un tren que ya no volverá. Me inspiré para componerla viendo como amigos músicos cercanos, iban a logrando sus objetivos, algunos hasta parecía que iban a triunfar a lo grande y ganarse la vida con la música, pero en cambio yo no. Ahí tuve la triste sensación de que mi tren ya había pasado, aunque logicamente me alegré por ellos. Para este nuevo vídeo, colaboran también grandes músicos como Carlos Cervero, Oscar G. Rivas, Jordi Castells y José Luis González, que son grandes personas con las que ya trabajé hace muchos años y ha sido una buena oportunidad para re- encontrarlos. Los dos vídeo clips que comentas, han sido rodados, dirigidos y producidos por Julio Caminero (jcpro.es) que es un excelente profesional y que os recomiendo que investiguéis sus trabajos, porque valen realmente la pena.
Pese a haber afirmado que la época de Syd Barretina formaba parte del pasado, recientemente has vuelto a dedicar un par de recitales al legado de Pink Floyd, ¿incongruencia u oportunidades que debías aprovechar?
Me juré y perjuré que no volvería a subir a un escenario con el nombre de Syd Barretina y no lo he hecho, aunque sí que es verdad que junto al teclista Castells hemos realizado un par de recitales tocando la música de Pink Floyd ¿el motivo? A veces no es tan sencillo desligarnos de nuestro pasado y todavía hay mucha gente que me recuerda por ello. La insistencia de los promotores que me llamaron para organizar dos noches dedicadas a Pink Floyd y la pasta que nos daban por ello, han sido el motivo. Aunque como te digo, no fueron presentadas como un tributo a nada, simplemente como “Ree Kohl Plays Pink Floyd”, de la misma manera que Dream Theater han interpretado “Master of Puppets” de Metallica o “Dark side of the moon” de Pink Floyd en ocasiones especiales y tampoco son una banda tributo. Son artistas consolidados, que un día concreto, tocan material ajeno. Te aseguro que nunca más me verás tocar en una banda tributo al uso. No tengo nada en contra, que cada uno haga lo que quiera con su vida y su carrera, pero yo sólo puedo ser Ree Kohl, desde que me levanto hasta que me acuesto.
Sé que tu próximo trabajo de estudio es un regreso al pasado, a piezas que habían quedado abandonadas en el cajón desde los años noventa.
Son temas que compuse entre 1995 y el año 2000. En su momento grabados de forma muy precaria con el aparato Fostex de cuatro pistas y que ahora les estoy dando una nueva forma con la tecnología actual y la profesionalidad de la madurez y experiencia. Para este disco abandono el hard – rock y me adentro en terrenos más cercanos a la canción de autor anglosajona o de Pop Rock de años noventa. No sabría decirte a que suena, pero en esa época escuchaba el álbum azul y rojo de los Beatles sin parar, el recopilatorio de Simon and Garfunkel, Jeff Buckley, REM, Pink Floyd, El unplugged de Nirvana y de Alice in Chains a todas horas, Fiona Apple, Pj Harvey, etc..así que más o menos por ahí van los tiros. Estoy realmente ilusionado con este proyecto, pues como ya hice en su momento con mi álbum Subconscious “The end of the suffer” (Rockdising, 2013) o el mismo “Cold War Remake” (Rockdising, 2014) me encanta regrabar canciones que había compuesto de joven y darles el toque actual. Es un ejercicio muy creativo, porque una misma canción tiene dos perspectivas diferentes y me encanta hacerlo.