Cinco contra uno – R.O.M
2 de septiembre de 2015Este mes de septiembre se presenta con muchas novedades para Ree Kohl. Por un lado, se espera editar en octubre el nuevo disco «Live at Hangar 05». Un álbum grabado en directo en la sala de mismo nombre. Los pocos afortunados que lo han escuchado (como la redactora de Popular 1 Claudia Daluz) lo definen como un disco tan intenso como «Strangers in the night» de UFO o «Live Killers»» de QUEEN. En relación a este disco, tenéis la información detallada en el siguiente enlace: reekohl.com/hangar05.
Por otro, Ree Kohl fue entrevistado en la revista digital «Rock On» en el ya clásico «5 contra 1» y que ha suscitado una fuerte polémica entre las redes sociales. A continuación podéis leerlo.
5 CONTRA 1: REE KOHL
Jordi Ricol (aka Ree Kohl) es un viejo conocido de esta casa y todo un veterano de la escena underground de Barcelona. Empezó rindiendo tributo a héroes como Pink Floyd o Judas Priest, pero el hastío de tocar temas de otros le obligó a reconvertirse en un artista con temas propios y cosas que decir, como con ese disco llamado ‘III’ que es ya un mini clásico hard rockero de su trayectoria personal. Ahora, le invitamos a participar en nuestro melómano juego… y os aseguramos que no va a dejar a nadie indiferente. Pasen y lean.
LOS CINCO
Def Leppard: ‘Hysteria’ (1987)
Este disco es una auténtica delicia de principio a fin y, desde “Women” hasta “Love and Affection”, el casete de los Leppard sonó una y otra vez en mi walkman, mientras recorría con mi bicicleta amarilla BH California la Barcelona pre-olímpica. A mi modo de ver, este disco define el sonido hard-rockero de los ochentas: baterías con sonido “gordo”, guitarras afiladas como cuchillas, melodías y coros absolutamente pegadizos, vitalistas y enérgicos. Además, siempre admiré a un batería como Rick Allen, que después de perder un brazo en un accidente, no desistió en su lucha por seguir siendo músico. Lo mismo que también su banda, que esperó a su recuperación para seguir adelante: eso es amistad.
Nirvana: ‘Nevermind’ (1991)
Desde mi punto de vista, este disco marcó un antes y un después en la historia de la música. Nirvana sabían concretar en una canción muchos sentimientos encontrados, mezclar la contundencia con la melodía y crear unas canciones como “Lithium”, “On a Plain” o “In Bloom”, que perdurarán en mi mente hasta el fin de mis días. Otras bandas de la época, como Soundgarden o Alice Chains, pusieron también el listón muy alto y, en mi opinión, después de estos grupos ya no ha salido nada interesante. Siento decirlo, pero tras estas bandas ya nada me emocionó: para mí el rock murió en esa época y ya nunca más ha resucitado.
Sepultura: ‘Arise’ (1991)
A principios de los noventas tuve un trabajo de repartidor de periódicos: de lunes a domingo, cada día a las cinco de la mañana me ponía en pie. ‘Arise’ era uno de los casetes que dinamitaba mis oídos mientras hacía la ruta por el barrio barcelonés de Canyelles. ¡Cuánta rabia acumulada! ¡Cuánta mala leche transmitían temas como “Desperate cry”, “Substraction” o “Infected Voice”! La misma que tenía yo por hacer ese trabajo de mierda. ¡¡Cavalera rules!!
AC/DC: ‘Fly On The Wall’ (1985)
Siempre me gusta navegar contra corriente y hasta incluso defender lo indefendible, y si una cosa he aprendido en la carrera de Historia, es a hablar y escribir sobre cosas que ni me gustan ni me interesan, pero simular justamente lo contrario. Reconozco que, obviamente, este disco no está a la altura de sus clásicos; sin duda es de los peores, pero… ¿qué queréis que os diga? ¡A mí me mola! Probablemente, porque siendo un adolescente fue de los primeros discos que escuché a finales de los ochenta y, por ello, me impactó profundamente. Canciones como “Shake Your Foundations”, “First Blood” o “Sink the Pink” rockean muy duro.
Barón Rojo: ‘En Un Lugar De La Marcha’ (1985)
Al igual que el de AC/DC, éste fue de los primeros LP’s que escuché en mi vida y me sentí doblemente emocionado. Después de sesiones de Priest, Leppard o Scorpions, había un grupo que tocaba con igual o superior maestría a estos, pero a la vez podía entender de qué estaban hablando. ¡Qué exquisitos músicos y qué letras tan maravillosas! Temas para recordar eternamente como “Breakthoven”, “Chicos del Rock”, “Cuerdas de Acero” o “Hijos de Caín” reflejan a una banda en estado de absoluta inspiración. Por desgracia para todos, Sherpa y Hermes se fueron del grupo y, sin ellos, Barón Rojo ya no voló tan alto como antes.
EL UNO
The Rolling Stones: ‘Let It Bleed’ (1969)
He elegido este disco de los Stones, pero podría haber citado cualquiera de ellos. Nunca he entendido el éxito de este grupo: un cantante con voz desagradable, un batería incapaz de tocar su instrumento dignamente, unas canciones sin ninguna gracia y, en cambio, el mundo rendido a sus pies. Siento ser tan duro, lo he intentado en muchas ocasiones, ¡creedme! ‘Sticky Fingers’, ‘Exile on Main St.’ o ‘Love You Live’ los escuché varias veces en su momento, intentando convencerme de su genialidad y repitiéndome a mí mismo “¡soy rockero!, ¡tienen que gustarme!, ¡soy rockero!, ¡tienen que gustarme!”. Una y mil veces lo intenté, pero nada. Otra cosa son los Beatles… ¡qué maravilla de melodías! Ahí quedan esos arreglos perfectos, enormes canciones que perdurarán hasta el fin de la humanidad. Por fortuna, el mejor periodista musical de este planeta, que se llama Federico Navarro, sabe de lo que hablo. Aunque él también sea fan de Mick Jagger y los suyos. En fin, misterios de este mundo del rock…
FOTO: CRISTIAN BERTOLO